martes, 1 de marzo de 2016

Agremiados 2016

QUEREMOS INVITARLO a formar parte de la Asociación


Gusto en saludarlos en nombre de todos los que conformamos la “Asociación Venezolana de Expertos y Técnicos Criminólogos y Forenses (Capitulo Anzoátegui)”.
 Nos dirigimos a ustedes con la finalidad de INVITARLO a formar parte de la Asociación, Nuestro interés es estrictamente científico y profesional, además nuestra peculiar ambición  es la de servir de vinculo de comunicación entre todas las personas interesadas en la perfilación criminológica, forense y de este modo fomentar los estudios que puedan aportar resultados en investigación tanto activos como las que se encuentren pasivas en el recuerdo, además de la divulgación y discusión  tanto en el ámbito nacional como en el internacional de todos aquellos aspectos e incertidumbres que se planteen.
Ninguno de las metas apuntadas son posibles sin la promoción  de un concepto de comunidad científica sobre perfiles criminológicos al servicio de la paz y el progreso social, que impulse los perfiles criminológicos como instrumento solidario y democrático de acción y realización de los derechos humanos en toda su plenitud. La asociación cuenta entre sus socios con Criminólogos, Criminalistas, Juristas, Psicólogos, Peritos en varias disciplinas Forenses, Estudiantes de Criminología, miembros de los Cuerpos y Fuerzas de Seguridad Pública.
Nos complacería poder contar con su valiosa presencia ya que estamos enrumbados en el mismo camino de la investigación criminal, Y quedando también a su disposición para cualquier actividad, asesorìa y/o asistencia. 

costo 2016:  31 UT,  equivalente a: 5.487 bs ( incluye seguro de accidentes personales
Titulo autenticado, notas, cedula de identidad, rif, 2 fotografias fondo blanco formal.

El Patologo Forense



¿Qué es un médico patólogo forense?
Un patólogo forense es un médico, de ahí el título de médico forense.  El médico patólogo forense está autorizado por ley del estado a investigar y examinar a las personas que mueren súbitamente, de modo inesperado, o debido a lesiones físicas o causadas por sustancias químicas.  Es responsabilidad del médico patólogo forense la de determinar la causa y manera de muerte y de documentar y preservar la evidencia en cuanto se refiere al/la difunto/a.

¿Qué es un patólogo?  
Un patólogo es un médico diplomado en la especialidad de la patología.  La patología es la rama de la medicina que se ocupa del diagnóstico de enfermedades y causas de muerte mediante el análisis de laboratorio de los fluidos del cuerpo (patología clínica, preparados de células (citología) y tejidos (anatomía patológica).

¿Qué es un patólogo forense?                
El patólogo forense es un especialista en patología, cuya área de especial competencia es el examen de personas que mueren de manera súbita, inesperada, o violenta.  El patólogo forense es un experto en la determinación de la causa y manera de muerte.  El patólogo forense está especialmente capacitado para efectuar autopsias para determinar la presencia o ausencia de enfermedades; para interpretar la naturaleza de las lesiones y patrones de lesiones; para interpretar los efectos de envenenamiento e intoxicación; para evaluar las informaciones históricas y policiales referidas a la manera de muerte; para recabar evidencia médica tal como trazas de evidencia y secreciones; y para documentar la evidencia de una agresión sexual o violación.  El patólogo forense debe tener conocimientos básicos de otras disciplinas no-médicas incluyendo la toxicología, armas de fuego (balística; heridas de bala), trazas de evidencia, serología forense y tecnología de ADN.  El patólogo forense actúa como coordinador del caso para la evaluación científica médica y forense de una muerte dada, asegurándose que se aplican los procedimientos adecuados y las técnicas apropiadas de recolección de evidencia al cuerpo del difunto/a.  En la escena de los hechos, los patólogos forenses aportan su experiencia para la interpretación de los hallazgos en el lugar, en la evaluación de la concordancia de las declaraciones de los testigos con respecto a las lesiones recibidas, y en la interpretación de los patrones de dichas lesiones.

¿Cómo usa el patólogo forense el historial del difunto/a?          
Las investigaciones de las muertes siempre comienzan en el lugar de los hechos, ya que se pueden obtener pistas con respecto a drogas o toxinas que pudieran estar relacionadas con la causa de muerte.  Como algunos agentes venenosos no pueden detectarse durante los chequeos rutinarios de drogas, los patólogos deberán tener conocimientos de medicaciones y toxinas a fin de solicitar los estudios analíticos específicos que sean necesarios para detectarlos.  Un ejemplo de esto sería el “olfateo” o la “inhalación” de aerosoles propelentes, que son actividades riesgosas que se encuentran a menudo entre los adolescentes.  El olfatear sustancias propelentes puede causar la muerte súbita al precipitar arritmias cardíacas mortales.  Para detectar las sustancias químicas en la sangre es necesario realizar un análisis especial (“gas chromatography by head space analysis”).  En otros casos puede haber suficiente evidencia de una enfermedad natural para ocasionar el deceso, pero en realidad podría ser que el individuo hubiera muerto debido a una sobredosis de drogas u otra causa sutil.  En el caso de muertes por ahogo o asfixia, los resultados y conclusiones de la autopsia no son específicos y por lo tanto, la investigación policial es crucial para definir la causa de muerte.
Durante el examen de esqueletos o de restos extremadamente descompuestos, el patólogo forense frecuentemente consulta a otro médico patólogo especialista en el análisis de huesos, un antropólogo físico.  Si quedan suficientes huesos del esqueleto, el patólogo o antropólogo puede llegar a establecer la edad, raza y sexo del individuo y a veces, estimar el tiempo transcurrido desde la muerte.  En ocasiones, las marcas específicas en los huesos pueden permitir al patólogo llegar a una conclusión sobre la causa de muerte.

¿Qué es una autopsia?
Una autopsia es el examen del cuerpo de un difunto/a.  El cuerpo se examina repetidamente; primero, cuando se recibe, nuevamente cuando se lo desviste, y luego después de haber sido limpiado (se limpia la suciedad, sangre u otras sustancias extrañas).  A cada paso, se documentan los rasgos distintivos, las lesiones o cualquier otra característica inusitada mediante distintas modalidades (p. ej.: fotografías, diagramas, y el dictado y grabación en cinta de todo lo observado [que será posteriormente transcripto por la Sección de Transcripciones]).  Recién entonces se abre el cuerpo y se examina cada órgano por turno, a fin de comprobar la existencia de lesiones o dolencias preexistentes.
Durante el curso de una autopsia, se extraen muestras de diversos órganos, de tejidos y de fluidos corporales para efectuar estudios accesorios auxiliares si fuera necesario.  Los estudios auxiliares incluyen el examen microscópico (histología), pruebas de drogas (toxicología) y microbiología (cultivos bacteriales y virales).  Además, según el caso, se retienen otras evidencias: objetos extraños (balas, hojas o puntas de cuchillos, ligaduras, etc.), pelos del cuero cabelludo (para comparar con pelo presente en un arma o en un vehículo sospechoso), muestras de uñas (para análisis de sangre y/o ADN ajeno), frotis (muestras) de agresión o violación sexual, frotis (muestras) de residuos de disparos de armas de fuego, etc.  El HCIFS también recolecta activamente trazas o rastros de evidencia de los cadáveres (recogidos bajo fuentes de luz visible o alterna).

¿Qué tipos de muerte se investigan en el Instituto de Ciencias Forenses?         
Los tipos de muerte q Estos casos incluyen todas las muertes que no son naturales, es decir, todas las muertes resultantes de lesiones físicas o causadas por sustancias químicas.  Tales muertes caen dentro de la categoría de accidente, homicidio, o suicidio.  Un intervalo de supervivencia entre una lesión y la muerte resultante no excluye a dicha muerte de ser un caso para el Instituto de Ciencias Forenses.  Por ejemplo, si una persona que sufre un accidente automovilístico y queda cuadripléjica, y luego diez años más tarde muere de pulmonía resultante de la cuadriplejía, este caso sigue siendo un caso  y será clasificado como accidente producido por un choque automovilístico.  Las muertes súbitas también caen dentro de la jurisdicción .  Esto incluye a los individuos de todas las edades que no tengan historial médico significativo que justifique su muerte debida a una enfermedad natural.  Hay una cantidad de casos que se incluyen en esta categoría, incluyendo la muerte súbita infantil, muertes de atletas, y de individuos de mediana y tercera edad que fallecen en diferentes circunstancias.

¿Qué importancia tiene realizar una autopsia en alguien cuya causa de muerte es “evidente”?              
La importancia de realizar una autopsia en alguien cuya causa de muerte parece ser “evidente” se debe a razones diversas.  En el caso de tiroteos u otras agresiones mortales, el patólogo forense podría recuperar balas u otros importantes rastros o trazas de evidencia.  En el caso de los ocupantes de un vehículo, es importante determinar quién conducía y evaluar los factores determinantes del conductor, del vehículo y ambientales y climáticos que pudieran haber causado o contribuido al accidente.

¿Todas las muertes que se investigan requieren una autopsia?              
la medicina forense es bien clara con respecto a cuáles muertes caen dentro de la jurisdicción , es decir, en qué casos tiene la obligación y la responsabilidad de determinar la causa y la manera de muerte.  Sin embargo, la ley no especifica cuáles elementos deberán incluirse en dicha investigación.  En muchos casos, el patólogo forense decidirá que no es necesaria una autopsia después de deliberar con la policía en el lugar de los hechos, de hablar con la familia y/o con el médico personal del difunto/a y si dispone de información médica que explique o justifique la causa, mecanismo y circunstancias del fallecimiento, además de haber descartado una agresión mortal o un acto criminal.  En tales casos, un patólogo forense puede optar por efectuar un “examen externo” en lugar de una autopsia completa.
Un examen externo incluirá la fotografía del cuerpo tal como se lo recibe; la fotografía del cuerpo sin ropas y limpio, la documentación (fotografía, croquis/diagrama y descripción oral) de cualquier rasgo distintivo, etc., de la recolección de muestras para un posible análisis toxicológico y de ADN.  La mayor parte de las muertes traumáticas requieren una autopsia; sin embargo, en algunas instancias donde el difunto ha estado hospitalizado durante un tiempo considerable antes de su muerte, y donde las lesiones, la causa y los mecanismos de muerte y las circunstancias son claras e incuestionables (y no existe sospecha de homicidio), la realización de una autopsia no es indispensable.  Esta última categoría consiste principalmente de las víctimas de accidentes automovilísticos que han estado hospitalizadas durante semanas o meses.  Algunos tipos de casos, especialmente los homicidios y suicidios, requieren o exigen la realización de una autopsia, sin perjuicio del tiempo de supervivencia transcurrido después de la lesión.  Es importante destacar que todos los casos que entran en la jurisdicción se resuelven a total discreción de la misma, y que cada caso se decide “caso por caso”.
¿Todas las autopsias son completas?    
Si el patólogo forense establece que es necesaria una autopsia, se realizará una autopsia completa (que incluye el examen de todos los órganos internos y del cerebro).  Las autopsias limitadas (p. ej.: “pecho solamente”, “cabeza solamente”, “pecho y abdomen solamente”) son usuales en la patología hospitalaria, pero son insuficientes en la práctica de la medicina forense.
Indudablemente, los detalles de cada examen anatómico y/o toxicológico variarán según la naturaleza del caso.  En otras palabras, los detalles específicos de un examen serán a la medida de los interrogantes a los que responden.